SIDA
y Drogadicción
¿Es grande el riesgo de infección en los drogadictos?
Sí. Se contagian más del 90 por ciento de los
consumidores de drogas que intercambian jeringas con personas infectadas. Según
los datos epidemiológicos más recientes, son casi el 60% del total de
diagnósticos de SIDA.
¿Cómo se intenta reducir el contagio entre
drogadictos?
Se han intentado dos tipos de medidas: las que buscan
reducir el uso de drogas por vía venosa, y las que pretenden reducir el
intercambio de jeringas.
Entre las acciones del primer grupo está la administración
oral de metadona, como sustitutivo de la droga endovenosa; entre las del
segundo grupo está todo lo orientado a hacer fácil el acceso a jeringuillas
nuevas, como su administración gratuita a los drogadictos.
Pero estas propuestas mantienen a los drogadictos en
su dependencia y no son propiamente preventivas, sino limitativas de la
epidemia de SIDA. Con las drogas "sustitutivas" y con el reparto de
jeringas permanece el problema central de la dependencia y de la aceptación del
grave mal de la toxicomanía.
El modo más digno y adecuado de evitar el contagio
entre drogadictos es ayudarles a abandonar la adicción. En este sentido
trabajan muchas comunidades terapéuticas de apoyo.
En el caso de los ADVP (adicto a drogas por vía
parental) por vía parental se entiende cualquier vía de administración de
medicamentos como agujas, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas propone las siguientes medidas de control:
- Eliminación de la adicción a drogas por vía parenteral.
- Utilización de preservativos en todo ADVP, independientemente de su
estado serológico y de sus hábitos sexuales.
- Los ADVP que no puedan abandonar su adicción no deben compartir el material inyectable con ninguna otra persona y aplicar medidas higiénicas de desinfección.
Solans, M. (s.f.). SIDA y Drogadicción. Recuperado el 24 de Marzo de 2012, de http://www.cuentayrazon.org/revista/pdf/027/Num027_007.pdf
En el escrito anterior se enuncia se habla de la relación entre las drogas y el SIDA, que con frecuencia se propaga en fiestas,donde se inicia con el consumo de alcohol, y, se termina consumiendo cualquier tipo de alucinógenos sin medir las consecuencias que puede traer dicho consumo, como por ejemplo, el inyectarse un psicoactivo sin pensar de donde proviene la jeringa, como es el caso, de que muchas veces proviene de las personas portadoras de VIH. No se trata de discriminar las personas que padecen del SIDA, pero sí de prevenir, tanto el consumo de drogas como el aumento de la enfermedad.
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